Es fácil encontrar hombres que trabajan en ciertas profesiones como moda, estética o similares consideradas en el ámbito doméstico como “cosa de mujeres”.

Estas profesiones adquieren en el ámbito profesional un carácter más igualitario, a veces incluso, con tendencias machistas; todos conocemos a algún cocinero, modisto o peluquero famoso, pero más difícil es encontrar a una médico, empresaria o abogada famosa. Pero hay un sector en el que la participación del hombre no está del todo aceptada e integrada en la sociedad. En educación infantil es raro encontrar hombres trabajando salvo en el equipo directivo del centro.