Se conoce como big data y consiste en un cuerpo de tecnologías para capturar, clasificar y analizar en tiempo real los petabytes y exabytes de información que a diario se generan desde múltiples fuentes: sistemas de facturación, sensores colocados a lo largo y ancho del mundo, trinos y posts en las redes sociales, satélites y teléfonos móviles, entre muchas otras.

Justamente esa es una de las principales virtudes de big data: procesar información estructurada y no estructurada. La primera es la información tradicional, como cifras de ventas, estados contables y reportes financieros, que han sido las fuentes de información usuales en el mundo de los negocios y para los que se aplica la analítica convencional.