La internacionalización es hoy un eje fundamental en la formación de nuestros estudiantes, quienes se convierten en embajadores del conocimiento y la cultura en cada destino. Desde Unicamacho celebramos la movilidad académica saliente, una experiencia que fortalece no solo las competencias académicas y profesionales, sino también el crecimiento personal y la visión global de quienes participan. Con orgullo, compartimos los testimonios de algunos de nuestros estudiantes que actualmente se encuentran en este proceso de intercambio.
Dayan Samir Riascos Jojoa, 20 años – Ingeniería en Sistemas
Dayan se encuentra en la Universidad Nacional de La Pampa, en Argentina, con el objetivo de crecer a nivel académico y personal. Su propósito principal es fortalecer sus competencias, ampliar su conocimiento y adquirir una visión global de la Ingeniería en Sistemas.
“Me motivó el interés por conocer nuevas culturas, crear redes internacionales de contacto y enriquecer mi formación con experiencias diferentes a las que tendría en mi universidad de origen”, aseguró.
Seguidamente, mencionó que los principales retos serán adaptarse a una cultura distinta, interactuar con estudiantes internacionales de diversos países y equilibrar la vida académica con la cotidiana. Sin embargo, confía en que estas dificultades se convertirán en aprendizajes que lo llevarán a ser más autónomo, crítico y adaptable. Para Dayan, la movilidad es una oportunidad única que recomendaría a cualquiera que quiera ampliar horizontes y crecer en todos los ámbitos de la vida.
Yudi Alexandra Mena, 19 años – Trabajo Social
Desde la Universidad de Guadalajara, en México, Yudi está sumergida en una experiencia que le permitirá conocer de cerca dinámicas sociales distintas a las de su país. “Durante mi estancia espero adquirir nuevos enfoques en la intervención social, fortalecer mis conocimientos teóricos y prácticos, y desarrollar competencias interculturales que amplíen mi visión profesional”, explica.
Para ella, la movilidad es más que un intercambio académico: es una oportunidad de salir de su contexto habitual y enfrentarse a escenarios que enriquecen su sensibilidad social. Aunque sabe que deberá afrontar la distancia con su familia, adaptarse a nuevas formas de enseñanza y administrar sus recursos con madurez, de esta manera, está convencida de que esta vivencia le dará herramientas innovadoras para intervenir de manera más integral y culturalmente pertinente en el futuro.
“Recomendaría ampliamente participar porque nos enseña a valorar la diversidad cultural y nos compromete más con el trabajo social y las comunidades”, afirmó.
Fernando Buitrago Rodríguez, 35 años – Tecnología en Gestión Empresarial
En la Universidad César Vallejo, en Chiclayo (Perú), Fernando ha encontrado un espacio donde la exigencia académica y la riqueza cultural se entrelazan. “Espero aprender la metodología académica de la universidad, sus costumbres, cultura y gastronomía”, comentó con entusiasmo.
Para Fernando esta oportunidad es única porque le permite expandir su conocimiento, conocer mercados distintos, manejar divisas y comprender leyes que rigen en otros países. La experiencia, sin embargo, también ha traído retos: convivir con estudiantes de otras instituciones, enfrentar una carga académica intensa con clases de hasta seis horas, y adaptarse a costumbres y normas de tránsito diferentes a las de Colombia.
Pese a todo, valora la posibilidad de aprender en un entorno distinto: “Estas experiencias nos sacan de la zona de confort y nos muestran un panorama diferente al que estamos acostumbrados. ¡Anímate y apúntate al intercambio! Estudiar es gratis, solo debes querer hacerlo y no rendirte en el proceso”.
Jhoany Alejandro Ortiz Rojas, 23 años – Ingeniería en Electrónica
La Universidad de Extremadura, en España, es el destino elegido por Jhoany, quien ve en este intercambio la oportunidad de ampliar sus conocimientos en automatización industrial y complementarlos con asignaturas de ingeniería electrónica. “Quiero aprovechar cada oportunidad para adquirir nuevos conocimientos y experiencias, tanto en lo académico como en lo cultural”, afirma.
Reconoce que el mayor desafío será estar lejos de su familia, su principal apoyo y motivación, además de tener que adaptarse a nuevas formas de vida y expresión social. Sin embargo, está convencido de que esta experiencia lo ayudará a fortalecerse como persona y como profesional.
“Claro que recomendaría realizar un intercambio académico, porque es una experiencia muy bonita. Te permite aprender cosas distintas y vivir de cerca otra cultura. Es una oportunidad para crecer, ganar independencia y abrir la mente a nuevas costumbres”, expresa con convicción.
Mateo Baltán, 26 años – Comunicación Social
En Badajoz, España, Mateo cursa su intercambio en la Universidad de Extremadura con un objetivo claro: enriquecer su formación en comunicación social, especialmente en el campo del periodismo deportivo. “España siempre había sido un país que quería conocer. Me motiva mucho su cultura, su comida y, por supuesto, el fútbol español, que es una de mis ligas favoritas”, comentó.
Su interés por el futbol español y por ser un periodista deportivo lo llevó a aprovechar esta oportunidad, convencido de que podrá aprender mucho más sobre el periodismo deportivo al estar inmerso en su contexto. Para Mateo, el intercambio es una experiencia que abrirá puertas y le permitirá crear contactos valiosos para su futuro profesional.
Seguidamente, Mateo reconoce que vivir solo, adaptarse a otra cultura y comunicarse en un entorno distinto son retos grandes, pero los asume con entusiasmo: “Es una experiencia muy enriquecedora tanto en lo personal como en lo profesional. Por eso la recomiendo 100%. No me quedé con las ganas, lo intenté, lo logré y lo viví. Y lo volvería a hacer sin dudarlo”.
La movilidad académica no solo transforma a los estudiantes, sino que también les brinda la oportunidad de transformar al mundo. A partir de las experiencias y conocimientos adquiridos durante su intercambio, los jóvenes reflejan un impacto que va más allá de lo personal: se proyecta en su profesión y en las competencias globales que desarrollan.
Finalmente, estas experiencias reflejan el compromiso de Unicamacho y la Oficina de Relaciones Interinstitucionales (ORI) con la internacionalización, la excelencia académica y la formación de ciudadanos globales. La movilidad académica no solo abre puertas al conocimiento, sino que también fortalece la identidad cultural y la capacidad de nuestros estudiantes de enfrentar un mundo interconectado y diverso. Cada testimonio es una muestra del valor de salir de la zona de confort para aprender en otros contextos, superar retos personales y enriquecer la vida con nuevas perspectivas.
Desde Unicamacho invitamos a toda la comunidad universitaria a soñar sin fronteras y a construir un futuro que trascienda límites, llevando con orgullo el nombre de nuestra institución en cada país o ciudad.
Vanessa Castrillón
Oficina de Comunicaciones Uniajc
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