Lida Lorena Vente Zúñiga hace parte de los más de 2600 nuevos estudiantes de primer semestre que llegaron a la Institución Universitaria Antonio José Camacho para el periodo académico 2025-01. A sus 50 años, decidió hacer realidad el sueño que siempre guardó en su corazón: unirse al programa de Trabajo Social.

Aunque Lida Lorena es oriunda del municipio de Timbiquí Cauca, actualmente reside en el oriente de Cali. Es madre soltera de dos hijas; una profesional en contaduría y una estudiante de Física Pura en la Universidad del Valle.

Siempre se ha caracterizado por ser una mujer trabajadora y como dicen en nuestro país ‘echada para adelante. Cuenta con dos emprendimientos; uno dedicado a la venta de bebidas tradicionales a base de viche y un restaurante que tiene en su misma casa donde su fuerte es la comida del pacífico, los cuales son su entrada principal.

“Pertenecí a un grupo parroquial donde nos inculcaban mucho el servicio a los demás y siempre hacíamos actividades en pro de dar comida y ayudar a las personas que más lo necesitaban en el pueblo. Por eso me sentía en deuda conmigo misma, yo quería ser profesional y Dios me abrió las puertas en esta universidad”, mencionó Lida Lorena Vente.

Doña Lida cuenta que personas que la conocían y en especial un paisano del pueblo la motivaban a estudiar, por eso con mucha ilusión está dispuesta a disfrutar esta nueva experiencia en su vida. Además, cuenta con el apoyo de sus dos hijas, de su hermana quien le ayuda con el restaurante y de su expareja ya que el emprendimiento lo iniciaron juntos: “Nunca me ha gustado quedarme quieta, me gusta tomar riesgos y capacitarme, le he pedido mucho a Dios por este momento, que me de mucha sabiduría y comprensión, que me regale un ramillete de buenos compañeros y profesores para cada día aprender más”, comentó Lida.

En este punto de su vida, Lida tiene muy claro sus objetivos y aprovecha este espacio para extender un mensaje a todas las madres y en especial a las mujeres del Pacifico que como ella tuvieron que posponer sus sueños. “La edad no importa y si uno quiere algo tiene que proponérselo, uno como madre tiene que entender que los hijos son prestados y si uno ya cumplió con ellos hay que aprovechar. La decisión que no tomé a los 35 porque las tenía a ellas y estaban pequeñas, la tomo hoy en día a mis 50 años que siento que se despertaron todos mis sueños porque también estoy estudiando música, entré a estudiar guitarra los sábados y estoy feliz cumpliendo todo lo que algún día soñé”, agregó Lida Lorena Vente.

La historia de Lida es un testimonio de perseverancia, amor propio y determinación. Hoy, su voz se suma a las muchas que enriquecen nuestra comunidad universitaria, demostrando que el aprendizaje y la pasión por servir a los demás no tienen límites. La Institución Universitaria Antonio José Camacho se complace en tener a Lida Lorena como una de sus nuevas estudiantes y le desea muchos éxitos en esta nueva aventura que apenas comienza.

María Fátima Viveros Alomía

Oficina de Comunicaciones UNIAJC

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