Sonrisas, orgullo y nostalgia invadieron el escenario del Aula Máxima en las ceremonias de grado.

Sonrisas, orgullo y nostalgia invadieron el escenario del Aula Máxima en las ceremonias de grado.

Sonrisas, orgullo y nostalgia invadieron el escenario del Aula Máxima en las ceremonias de grado.

En un emotivo evento que combinó la alegría y la nostalgia de los graduados y el orgullo de sus familiares, se llevó a cabo la ceremonia en el Aula Máxima de la sede sur. Con cada paso cruzado en el escenario marca el final de una etapa de esfuerzo y dedicación para los 182 graduados de las diferentes facultades, y el comienzo de un nuevo capítulo lleno de promesas y resiliencia para la vida de cada uno.

La ceremonia comenzó con el desfile de los graduandos, y acto seguido el escenario se invadió de alegría y aplausos. Entre las filas de graduados, se podía ver el regocijo en sus rostros, mezclado con un aura nostálgica por los momentos compartidos en las aulas y pasillos de la universidad.

Seguido de esto, el rector de la UniCamacho Ing. Hugo González enfatizó profundamente en su discurso “este triunfo que hoy alcanzan se materializa gracias al soporte que representan en su vida sus familiares, amigos, compañeros, profesores y demás personas  que los rodearon; por tanto a cada una de las personas que estuvieron a su lado les corresponde un pedacito de este diploma que recibirán el día de hoy, no olviden eso, asuman con orgullo este título pero siempre humildes en el reconocimiento de que es un triunfo colectivo al que le deben respeto”.

El egresado invitado de la UniCamacho Juan Carlos Zapata Mayor del programa académico Administración en salud, expresó entre los presentes unas emotivas palabras “Nadie puede comer por nosotros, nadie puede pensar por nosotros ni tomar decisiones por nosotros. Ustedes pudieron escoger sus carreras universitarias, pudieron decidir estar aquí, fue decisión netamente de ustedes apoyada quizá por todas esas personas que están aquí, papá, mamá, abuelos, tíos, hermanos o algunos hijos que son la motivación de estar aquí. En mi caso fue mi mamá quien quería ver a su hijo graduado y a veces era difícil, había que trabajar y estudiar  como lo hacen algunos de los que están aquí pero se puede lograr”

Con cada diploma entregado, se fortalecía el vínculo entre la comunidad universitaria y sus graduados, dejando una huella imborrable en cada uno de ellos. Las lágrimas de felicidad eran evidentes, mezcladas con sonrisas que iluminaban el recinto.

Orfelina Velazco graduada de Contaduría Publica expresa “Hoy tengo una emoción mejor dicho grandísima porque casi a mis 50 años graduándome de contadora para mi eso es un logro muy grande, muchas gracias a la Institución y a todos los profesores que me dieron su apoyo”.

En la UniCamacho, los grados no son solo una formalidad académica; son una celebración de la vida, el aprendizaje y el crecimiento personal. Para muchos, este día no solo representa un logro personal, sino el cumplimiento de sueños compartidos, la perseverancia y la materialización de esperanzas a largo plazo.

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